La Plaza Pescadería de Granada (España), tiene desde hace varios años un olor muy especial a dulce
casero, un aroma inconfundible que te transporta a la infancia, a la niñez, a la cocina de fuego lento, a las madres y a las abuelas…
En el número 7 de esta famosa plaza situada al lado de la catedral, encontramos la tienda de “La tarta de la madre de Cris”.
Un comercio familiar dedicado única y exclusivamente a la venta de tartas de queso. Un ejemplo muy peculiar de crecimiento y expansión en tiempos de crisis. Este es el resultado exitoso de mezclar materiales de primera calidad con una elaboración artesanal diaria y “mucho amor”. Así empieza la historia de una valiente emprendedora que apostó por lo casero,
Pilar Molina ha sido durante 35 años profesora en institutos de educación secundaria. Siempre le gustó la cocina y en especial la elaboración de la tarta de queso. Por ello, solía hacer para sus familiares, amigos y compañeros de trabajo una tarta que siempre tenía mucho éxito.
Hasta que en 2014 alentada por los amigos de su hija Cristina Orta Molina, decidió comercializar su tarta casera a través de un pequeño negocio en el corazón de Granada.